Primero de todo, hay que empezar a sacar lo que nos produce
agotamiento psíquico. Hay que llenar nuestra vida de pequeños gestos que nos
haga la vida más fácil, llenarla de luz, llenarla de alegría y llenarla de tranquilidad.
¿Cómo?
Respétate a ti mismo,
respetando que estás cansad@: Intenta ir a la cama temprano, no esperes acabar
de ver la película ni tampoco llegues cada día tarde a casa para cenar. Si te
levantas a las siete de la mañana lo ideal es que te vayas a las diez a la
cama. ¿Tantas horas? Sí, te estiras, charlas con tu pareja, haces el amor, te
relajas… es importante que en la habitación, no haya nada que te distraiga, ni
televisión, ni libros. Tu lugar de meditación antes de ir a dormir. Puedes
poner una planta de lavanda, su aroma ayuda a dormir mucho mejor.
Equilibra tu vida.
Tu vida y el trabajo, dos mundos, dos actitudes, no las mezcles. Cuando salgas
del trabajo, cierra la puerta la física y la mental. No te lleves problemas a
casa. Cuando estés en casa, disfruta de tu familia, de tus amigos, llama a tus
amigos para saber cómo les va e interesarte por su vida y lo mismo con los
familiares que no están cerca. Abraza, conversa, sal a comer, una inversión que es beneficiaria para tu
ser y para los de tu alrededor.
Eres una persona
libre: Depender de alguien o de algo es completamente tóxico en tu vida.
Nada te ata, aunque creas que sí, naciste libre y morirás libre, tan solo tú,
puedes decidir si quieres serlo.
Dependencias como el
fumar o beber mucho café, tan solo hace que te pongas más nervios@. Te genera
ansiedad. Decide que quieres hacer. Eres
dueñ@ de tu vida.
Be happy!
¡Sed Felices!
Rachel Fer.
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